martes, 30 de septiembre de 2025

 

Resultados Prometedores en la Dolina de Lubierri.

Miguel Puente Adrián

La semana pasada defendí mi trabajo fin de máster titulado “Caracterización de las lagunas de aire frío y sus efectos sobre la fenología y fisiología vegetal: el caso de la Dolina de Lubierri (Parque Natural Urbasa-Andía, Nafarroa)”. Tras meses de trabajo de campo y visitas a esta dolina navarra, pude exponer los principales resultados.

Los dataloggers instalados desde el 14 de noviembre registraron temperaturas muy distintas dentro y fuera de la depresión. Entre noviembre y junio, en el 87% de los días las mínimas fueron más bajas en el fondo, y en casi la mitad de ellos la diferencia superó los 2 °C, alcanzando hasta 8 °C durante fuertes anticiclones invernales. Esto se reflejó también en las heladas: casi el triple en el fondo (98 días) frente a las 34 de la cima, con una última helada muy tardía, el 24 de mayo frente al 17 de marzo en la parte alta.

Número anual de días con helada registrados en el fondo de la dolina y en la cima (U49), a partir de la reconstrucción climática mediante reanálisis.

La proximidad de una estación de MeteoNavarra, a solo 8 km, nos permitió reconstruir los datos desde 2003 mediante regresiones y analizar el comportamiento a largo plazo. En el 90% de los días la diferencia de temperatura mínima entre cima y fondo superó los 2 °C. El número promedio de heladas en el fondo fue 2,6 veces mayor que en la cima. Estos registros confirman la existencia de una laguna de aire frío en la Dolina de Lubierri.

Esta diferencia climática se refleja también en la vegetación. A partir de imágenes de satélite Sentinel-2, utilizando el índice NDVI, observamos que el haya (Fagus sylvatica) retrasa la brotación en primavera y mantiene el follaje más tiempo en otoño dentro de la dolina. Los vuelos con dron, aunque limitados por las sombras, nos aportaron información complementaria de alta resolución sobre la vegetación y sus patrones espaciales.

NDVI obtenido mediante dron (última semana de mayo)  para las parcelas de Fagus sylvatica situadas dentro (verde) y fuera (amarillo) de la dolina, tras aplicar el filtrado de valores.

Los análisis ecofisiológicos mostraron que el haya en el fondo tenía mayor eficiencia fotosintética, aunque menor resistencia al frío según las pruebas de congelación, mientras que el espino albar (Crataegus monogyna) se mantuvo más estable entre posiciones. Esto evidencia cómo la heterogeneidad microclimática de la dolina afecta de manera distinta a cada especie.


 

lunes, 22 de septiembre de 2025

Visita e instalación de registradores de temperatura en el Jou Santu (Picos de Europa)

José Luis Acuña.

Como cada verano desde hace 13 años, los miembros del “Proyecto Jous en Picos” hemos peregrinado al corazón del Macizo Occidental de Picos de Europa a recoger los registros anuales de temperatura del Jou Santu. Este Jou es un enorme hoyo kárstico donde hace 15 años un aficionado registró una temperatura de -27ºC. Esta temperatura de vértigo nos inspiró para continuar con las mediciones en estos lugares inhóspitos, más cerca de los grandes desiertos fríos que de los verdes paisajes de Asturias con un objetivo en mente: registrar la temperatura más baja de la historia en España en uno de los jous. Trece años después, las observaciones de este grupo han pulverizado el record de -32ºC registrado en 1956 por el Instituto Central Meteorológico en Estany Gento, con una medición de -35,8ºC en la Vega de Liordes, Macizo Central de los Picos de Europa, uno de las localidades de estudio del proyecto REBECA

 

Mapa del Jou Santu y su cuenca, donde se han instalado los registradores de temperatura. 

 

  

2025 no ha sido un año frío. El mínimo en el Jou Santu se alcanzó el 6 de Febrero, con -20,8ºC, tras una secuencia de 3 días de piscina de aire frío continúa (PCAP).

 

Detrás de estas temperaturas se encuentra un proceso que roza la magia. Al caer la noche sobre un paisaje cubierto de nieve, el terreno emite rápidamente en forma de radiación infrarroja el calor almacenado durante el día. Este “enfriamiento radiativo” genera una delgada capa superficial de aire superenfriado que comienza a fluir cuesta abajo como si fuera agua. En un valle abierto, ese aire fluye como un río. En un hoyo cerrado se acumula, formando el equivalente a un lago de aire frío

 

El Jou Santu es la vaguada rocosa que se ve abajo a la derecha en la foto. A la izquierda, arriba, la cara norte de la Peña Santa de Castilla. A su derecha, por orden, Torre del Torco y 1ª, 2ª y 3ª María.
 

Liordes es el monstruo del frío en Picos de Europa. En los días despejados de invierno se forma una enorme piscina que recoge el aire gélido de una gigantesca cuenca de recepción, dando lugar a mínimas de récord. Sin ser tan extremo, se puede decir que el Jou Santu es la Gran Nevera de Picos. A diferencia de los demás Jous, en el Santu las piscinas suelen hacerse permanentes, manteniendo la temperatura por debajo de los -15ºC durante varios días. Es un gran laboratorio del frío. ¿Cómo afectan estas temperaturas a la flora y la fauna del Jou? ¿Cómo se adaptan las especies a estos extremos de temperatura?  ¿Podría el Jou Santu ser un refugio para las especies de alta montaña a medida que el Cambio Climático las desplaza más y más arriba?

 El momento del recambio, con el alivio de comprobar que los aludes, de gran tamaño en esta zona, no se han llevado la garita.

Tras 4 horas de penoso ascenso, nos hemos adentrado en la inmensidad del Jou Santu para recoger el fruto de un año de mediciones almacenadas en un “datalogger”. Aunque no ha sido un año de grandes records, la expedición ha sido especial por otro motivo: como parte de nuestra colaboración con el proyecto REBECA, hemos instalado varios dataloggers a diferentes alturas en las laderas del jou. Eso permitirá establecer la variación en vertical de las temperaturas a lo largo del año, y sus posibles consecuencias sobre la biota. Estamos muy orgullosos de poder colaborar con REBECA, y de que nuestro pequeño aporte de ciencia ciudadana ayude a ampliar el conocimiento sobre este misterioso y potencialmente relevante fenómeno. Atesoramos  13 años de registros en el Jou Santu, en la estación online de la Vega Liordes de NOROMET y en otros jous, que ponemos a disposición de los investigadores. Mientras aguante el cuerpo, seguiremos sondeando estos maravillosos parajes a pié, con raquetas, con esquís de travesía o mediante estaciones online remotas. En el fondo, nos mueven deseos muy primarios: frío y montañas. 

El equipo de “friólogos”, con la garita meteorológica y la Peña Santa al fondo.

 

Una salamandra en el camino, la auténtica reina de Picos.

 

(Fotografías: Leticia Viesca, Carlos Guardado) 

 

jueves, 11 de septiembre de 2025

Cuarta campaña en Picos de Europa, 1-7 Septiembre 2025.

Durante la primera semana de Septiembre se desarrolló la cuarta campaña de muestreo en Picos de Europa. Nos juntamos un buen grupo de gente del proyecto REBECA: José Ignacio García Plazaola, Beatriz Fernández Marín y Enara Alday de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), Jaime Puértolas de la Universidad de la Laguna (ULL) y José Luis Acuña de la Universidad de Oviedo (UO). Además nos acompañaron otros colegas del mundo vegetal: Antonio Hernández y Ane Kortabarria de la UPV/EHU, Javier Gulias de la UIB, Elena Fernández de la UO y Luis Garcia Quintanilla de la URJC.

La mayoria de los asistentes a la campaña. Elena detrás de la cámara

Esta campaña vino marcada por la incertidumbre generada por los incendios de Agosto. De hecho, por recomendación de los técnicos del Parque Nacional, no visitamos en esta ocasión la Vega de Liordes, centrando el trabajo en el Hoyo sin Tierra. El paisaje en las extensas zonas quemadas todavía estaba dominado por el color negro, aunque el brote de las primeras hierbas y la floración de las quitameriendas aportaba un punto de esperanza de una rápida recuperación.

Esperanza de regeneración tras el fuego en Pandetrave
 

Instalamos un laboratorio en el espacio que nos facilitaron desde el Hotel San Glorio de Llánaves de la Reina, en el que realizamos diversos tests fisiológicos, incluyendo los de tolerancia a la congelación.

Laboratorio instalado en el Hotel San Glorio de Llánaves de la Reina 

 

Pese a la ola de calor registrada en España en Agosto, las temperaturas en nuestra red de dataloggers o en la estación de Noromet en Vega de Liordes nunca superaron los 30 °C. Incluso en Liordes se registró a finales de Agosto una mínima de -3,3 °C. Lo que resultó llamativo fue comprobar que durante el periodo más intenso de la ola de calor a mediados de Agosto, las temperaturas mínimas en el fondo del Hoyo nunca superaron los 10 °C, en tanto que en la parte superior del Hoyo llegaron a los 18 °C. En promedio durante la ola de calor (4 al 19 de Agosto) la temperatura mínima en el fondo fue 7 grados más bajo, lo que demuestra el papel de estos enclaves como potenciales refugios térmicos y sus singulares características microclimáticas.

Temperaturas mínimas en Julio y Agosto en la parte superior (línea naranja) y en el fondo del Hoyo sin Tierra (línea azul).

 

Las plantas estudiadas se encontraban en buenas condiciones pese al periodo previo de sequía, arrojando valores de fotosíntesis muy elevados. El caso más llamativo fue el de Anthyllis vulneraria, dominante en el fondo del Hoyo, con elevada tasa de fotosíntesis y tolerancia a la congelación.


Medidas de campo en el Hoyo sin Tierra


 

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